dimarts, 26 d’octubre del 2010



Solía guardar rayos de luz en su mochila y dando a entender que no los necesitaba para él, un día los sacó uno por uno para dar claridad al mundo.
Así, él, se quedó a oscuras, maldiciéndose a si mismo y preguntándose por que no se había quedado al menos un rayo para él ¿por qué pensó que no necesitaba ninguno? ahora estaba destinado a vivir a oscuras, sin nada que ofrecer ni nada que ver. Se olvidaba al darlos, que sin ellos no era nada, por que nadie lo podría ver ya nunca.
Pero el tiempo pasó, y poco a poco se acostumbró a lo que era no ser visto, a estar solo y ya nunca volvió a ser el mismo.   
Y los rayos, aunque lo echaban de menos, lo insultaban con rencor.

2 comentaris:

  1. és curiós, quan ho he llegit he tingut la sensació d'haver llegit algo semblant! m'agrada! Jordi?

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  2. suposo que núria. el Jordi (o sea Jo) no ha estat aquest cop

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